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Ha pasado cinco años desde que La Casa Encendida, Centro Social y Cultural de Obra Social Caja Madrid abriera sus puestas para acoger en ella un extenso programa de actividades centradas en la Solidaridad, el Medio Ambiente, la Educación y la Cultura. En este tiempo, lo que era un proyecto innovador, en el terreno de los nuevos centros dedicados a las nuevas temáticas y problemáticas contemporáneas, se ha convertido en una realidad plenamente asentada que hemos compartido con más de dos millones de visitantes y usuarios. El tiempo ha pasado como un sueño, vertiginosamente, pero ha dejado, en los que han participado del mismo, el poso del compromiso con una contemporaneidad esquiva y difícil de aprender, no siempre comprensible, pero ante la que hay que tratar de entender y participar de sus problemas, debates y posibles solucione.
La Casa Encendida siempre quiso aportar por la creación emergente, por los lenguajes, las miradas y los discursos innovadores, en un horizonte en el que los procesos de creación e indagación sobre esta nueva realidad eran más importantes que los resultados mismos. Pero trata de aprender la contemporaneidad no puede hacerse sólo desde el presente, es preciso bucear en los antecedentes cercanos, en el pasado reciente, para saber dónde se generó aquello que hoy tratamos de experimentar.
Warhol retrata como nadie la sociedad de consumo norteamericana, pero esconde otros secretos Estrella de Diego, comisaria de la exposición, señala en uno de sus textos "Pues si, como parece obvio, veinte años después de su muerte Andy Warhol ha dejado de ser el autor de las "sopas Campbell"- el pintor de las cosas banales- para convertirse en uno de los artistas de referencia del siglo XX, no es menos cierto que esa otra parte del artista más contradictoria, más melancólica, más ambigua, hasta más secreta, más actual en suma, queda a veces ocultada, aún por desentrañar de una forma locuaz". Del desentrañamiento de gran parte de esas contradicciones y secretos trata esta exposición, en la que el proyecto autobibliogrático de Warhol, su experimentación con todo tipo de formatos y soportes técnicos, desde la pintura hasta la fotografía o las películas, quedan patentes.