Un espacio entrañable y acogedor se equilibra como un organismo vivo, generando una simbiosis que se desarrolla y carece cada día a través de cada experiencia vivida. Los espacios en donde se funcionan la arquitectura y el interiorismo con los habitantes y sus expectativas de vida permiten que las emociones vaguen libremente, impregnando cada rincón habitable.
Covadonga Hernández sabe que provocar sensaciones y sentimientos es uno de los objetivos del interiorismo, por ello crea espacios únicos mezclando elementos que se unifican y se traducen en una atmosfera inigualable, donde la esencia y personalidad de los habitantes se expresa con armonía y equilibrio, produciendo una fuerza inexplicable que invita a disfrutar de cada rincón.
 

Prólogo
Introducción
Sensaciones
El taller
Agradecimientos
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